DE INTERÉS PARA NUEVOS AUTORES

 

Escribir un libro es un proyecto muy ambicioso, en ocasiones se intenta resumir en varios cientos de páginas los años de experiencia de labor docente, o se pretende exponer una nueva teoría que, verbalmente se puede explicar con soltura, pero que, plasmado en palabras, en un texto leído y releído por el autor, nunca parece quedar perfecto.

Vamos a intentar despejar las lógicas dudas que se presentan a la hora de plantear, escribir y terminar un manuscrito.


¿Por qué a veces un autor tiene la sensación de que no termina nunca un proyecto de libro?

Actualmente se publican unos 81.000 libros en España, bien sea en editoriales públicas, privadas o en Amazon. Lo que desconocemos es la cantidad de proyectos que no se llegan a convertir en libro, posiblemente el doble o triple de lo que se publica se queda perdido en un cajón del autor.

Y es que el autor es, en ocasiones, su peor enemigo.

Muchas veces se comienza a escribir un libro sin tener más que una idea superficial de lo que se va a contar. Si se tiene el empeño y la determinación suficiente, es posible que con esas ideas preliminares se logre forjar una estructura de libro coherente. Pero en la mayoría de los casos, sin invertir muchas horas de correcciones y rectificaciones no se llega a terminar un manuscrito coherente, y aparecen los sentimientos de frustración y desánimo, por no haber planteado desde su inicio el proyecto de forma realista.

Talento tenemos todos, unos más y otros menos, y sobre todo si uno está inmerso en el mundo académico y literario. Incluso hemos visto personajes famosos que han triunfado publicando libros sin que se les intuya mucho interés por la literatura. El marketing ayuda mucho a convertir un producto mediocre en un éxito de ventas. Pero un buen libro, bien escrito y bien presentado, con un concepto de inicio claro, tiene las mejores papeletas para ser aceptado por lectores, libreros y críticos. Y si por ejemplo quieres publicar en Amazon verás muchos ejemplos que te pueden inspirar.

Sobre la pereza no hace falta escribir mucho, siempre parece que hay cosas mucho más urgentes, interesantes y gratificantes que enfrentarse al folio (o la pantalla) en blanco. Vencer esos primeros momentos de pereza son esenciales para casi todo, también para escribir y terminar un libro.

Una vez comenzado un libro, pueden aparecer los bloqueos mentales por no saber continuar. No es falta de talento, sino que un arranque entusiasta no implica que ese empeño tenga que durar eternamente. Buscar consejo en amigos y colegas, dejarles leer lo que se ha comenzado a escribir y escuchar otras opiniones nos ayudará a cargarnos de energía.

La impaciencia para terminar cuanto antes es otro enemigo de un buen libro: terminar un libro de varios cientos de páginas no es tarea de unos días, se deben invertir meses para sacar adelante un proyecto tan ambicioso, asumir que hay que buscar no solo horas del día sino además tener en esas horas la concentración para continuar el hilo del relato.